Debo admitir que el tema me interesa, y que, dentro de mis conocimientos (no soy una experta ni trabajo en este campo), trato de estar al día mediante la lectura, entrevistas a gente relevante del área, y documentales que abordan el tema de la longevidad y el envejecimiento en el ser humano. Ya os adelanto que no hemos conseguido (aún) vivir eternamente, pero la Ciencia avanza a un ritmo vertiginoso, y de momento, hemos llegado a alargar la esperanza de vida 40 años en apenas un siglo! Vamos, que solo en cuatro generaciones, hemos conseguido duplicar los años que vivimos.
¿Qué pasará en el futuro?
El autor.
Alejandro Navarro (Madrid, 1961) es bioquímico y doctor en Ciencias Económicas y Empresariales. Durante más de veinte años ha sido directivo internacional en compañías multinacionales del sector del petróleo y las energías renovables, en particular Exxon-Mobil y BP.
Como experto en organización de empresas, ha colaborado con varias universidades (ICADE, UNED, UAM...) y medios de comunicación, y ha publicado artículos en diversas revistas especializadas.
Investigador, divulgador y gran conocedor de la historia de la ciencia, está especializado en ciencia y tecnología en la antigüedad, en particular en aquellas áreas relacionadas con la química.
Ha publicado otros libros de gran éxito como El científico que derrotó a Hitler y otros ensayos sobre la Historia de la Ciencia, El secreto de Prometeo y otras historias sobre la Tabla Periódica de los Elementos y Los vikingos de Marte y otras historias científicas sobre la búsqueda de vida extraterrestre, todos ellos de la misma editorial que este libro, Guadalmazán.
Tuve el placer de conocer a Alejandro fugazmente en la charla que di en Valladolid con motivo del evento Naukas "La ciencia del futuro" el pasado mes de septiembre, pero me bastó para poder confirmar lo entrañable que es en Twitter, donde lo podéis encontrar tras el nick @Alexny_85
El argumento.
Todos los libros del Grupo Guadalmazán, de la Editorial Almuzara tienen algo en común a simple vista. Su portada es siempre reconocible y tienen una cuidada y elegante cubierta, que a mí, personalmente me encanta.
La Ciencia de la Inmortalidad, de los Elixires a los Telómeros -es el nombre completo de este libro- viene en un formato de tapa blanda, ilustrado en blanco y negro y tiene 204 páginas.
Tras una introducción que empieza con un relato (muy bien buscado, porque ya engancha nada más empezar), encontraremos 8 capítulos y un epílogo donde el autor nos transporta en un viaje recorriendo la Historia para comprender que la búsqueda de la inmortalidad no es algo que persigamos recientemente. Durante este viaje, encontraremos respuesta a preguntas como ¿existe algo de cierto en las leyendas sobre los vampiros? ¿hay realmente una fuente de la eterna juventud? ¿hay animales que rejuvenecen como Benjamin Button? ¿si nos congelamos podremos revivir cuando se encuentre la cura al motivo de nuestra muerte? ¿quién fue el misterioso conde de Saint Germain?
En el capítulo Momias, embalsamadores y santos corruptos, veremos cómo la muerte burla a algunos, pero solo en apariencia. Realmente parecen muy vivos, a pesar de que alguno de los que el autor nos trae, tiene más de 5000 años de antigüedad. Tengo que destacar un caso tan especial, que yo misma le dediqué un post. Es la historia de Rosalía Lombardo, también llamada la momia más bella del mundo.
En el capítulo El secreto de los zombis y el alimento de Drácula el autor nos presentará el verdadero origen de los zombis y de los que conocemos como vampiros. La verdad es que es uno de los capítulos más fascinantes del libro. En él, se trata uno de los casos de vampirismo (aunque retorcido y muy complicado) en un personaje histórico encarnado en la condesa húngara Erzsébet Báthory. Se da la casualidad de que hace unos días, antes de empezar a leer este libro, escuché el programa de "Elena en el país de los horrores" (un podcast de crónica negra y criminología) y hablaron de este personaje con todo detalle. Me parece interesante dejaros el enlace por si queréis conocer sus horrendos vicios un poco mejor... no apto para personas hipersensibles.
Y hablando de sangre y vampiros, quedaos con el nombre de esta patología: porfiria eritropoyética congénita.
Del bíblico Matusalén al enigmático conde de Saint Germain nos trae personajes que han alcanzado más de 100 años. Y de 200. Y de 800. ¿Leyenda o realidad? Hmmm...
En Pócimas, elixires y una fuente para la eternidad, encontraremos de qué estaban hechos los preparados a los que se les atribuía el poder de la longevidad, aunque siendo sinceros, poco ibas a durar teniendo en cuenta la composición. Es curioso cómo nunca hemos dejado de buscar la fórmula mágica y lo que ha variado a lo largo de la historia. ¿La melatonina o el resveratrol podrían ser buenos candidatos? Ojo. Desde hace mucho tiempo, la industria de la cosmética pone parte de su empeño en tratar de relacionar cualquier molécula prometedora con una crema o píldora que te rejuvenece.
La naturaleza también tiene casos curiosos, interesantísimos de ejemplares o especies muy longevas. Buscando envejecer tarde entre la criaturas del Señor, nos muestra ejemplos de cómo están programados algunos organismos para vivir más tiempo. Árboles, insectos o la medusa Turritopsis nutricola, de la que también hablamos en este blog hace algún tiempo y que podéis ampliar aquí, se hacen un hueco en este capítulo.
Entramos en una ciencia más profunda con El "soma desechable" y las islas de la longevidad, donde el autor nos explica la teoría del gen egoísta, la relación entre la longevidad y el género y por supuesto, cómo influye el estilo de vida que llevemos. Está claro que un porcentaje de los años que estamos predestinados a vivir está determinado genéticamente, pero un porcentaje mayor, lo constituyen los hábitos que desarrollemos de alimentación y estilo de vida.
La ciencia continúa en El gusano elegante y el reloj del juicio final, para explicarnos las causas biológicas del envejecimiento, el organismo modelo de estudio y los fármacos que se están desarrollando o podrían ser potencialmente útiles. Esperanzador.
Finalmente, Cabezas congeladas, humanos mejorados y misterios de la mente, abre una nueva puerta para aumentar la longevidad y retrasar el envejecimiento haciendo uso de la medicina regenerativa y la tecnología. Da un poco de vértigo solo imaginar lo que la criónica o la inteligencia artificial sería capaz de conseguir.
Con el epílogo, el autor nos trae lo que nos puede deparar el futuro. Bastante realista. Inquietante.
Mi crítica.
El libro es una delicia, no solo por la información que aporta sino por la forma de hacerlo. Está continuamente salpicado de hechos reales y leyendas donde la Historia y la Ciencia se dan la mano durante todo el camino.
Las imágenes se agradecen entre el texto, y más allá de ilustrarlo, ofrecen información adicional que sin duda lo enriquece, aportando en muchas ocasiones curiosidades muy interesantes. Además, pocas veces he visto unas notas a pie de página tan detalladas.
Confieso que es, hasta donde soy capaz de recordar, el libro que más veces he cerrado y abierto. En muchas ocasiones, se menciona algo que me ha hecho cerrarlo durante unos minutos para buscar en el móvil una imagen. Ha sido capaz de captar mi atención y querer saciar visualmente aquello de lo que estaba hablando antes de seguir con la lectura.
Por supuesto, como gran divulgador científico, el autor domina el lenguaje, empleando los términos adecuados para acercarse al gran público, y huyendo así de tecnicismos en un libro que, como este, aborda algunos aspectos científicos del tema del envejecimiento. Por tanto, no hay un público objetivo que requiera tener una base científica, para nada. Cualquier persona va a entender y a disfrutar este libro.
Yo misma lo he disfrutado muchísimo.
Hay una parte de La Ciencia de la Inmortalidad que ha despertado una serie de sensaciones desagradables en mí, y supongo que en cualquier lector. Angustia, preocupación e incertidumbre ganan durante esas páginas pero creo necesario que también se hable de ello y creo que el autor (experto en Ciencia y Economía) es perfecto para darnos esa bofetada de realidad.
Como él mismo dice:
En definitiva, un libro muy recomendable para abordar el pasado, presente y futuro de una de las inquietudes que ha movido al ser humano desde el origen de los tiempos. Si llega el día en el que se consiga, solo falta saber si te gustaría ser inmortal.
Otros libros del autor.
Alejandro Navarro. Imagen de Grupo Almuzara |
Como experto en organización de empresas, ha colaborado con varias universidades (ICADE, UNED, UAM...) y medios de comunicación, y ha publicado artículos en diversas revistas especializadas.
Investigador, divulgador y gran conocedor de la historia de la ciencia, está especializado en ciencia y tecnología en la antigüedad, en particular en aquellas áreas relacionadas con la química.
Ha publicado otros libros de gran éxito como El científico que derrotó a Hitler y otros ensayos sobre la Historia de la Ciencia, El secreto de Prometeo y otras historias sobre la Tabla Periódica de los Elementos y Los vikingos de Marte y otras historias científicas sobre la búsqueda de vida extraterrestre, todos ellos de la misma editorial que este libro, Guadalmazán.
Tuve el placer de conocer a Alejandro fugazmente en la charla que di en Valladolid con motivo del evento Naukas "La ciencia del futuro" el pasado mes de septiembre, pero me bastó para poder confirmar lo entrañable que es en Twitter, donde lo podéis encontrar tras el nick @Alexny_85
El argumento.
Todos los libros del Grupo Guadalmazán, de la Editorial Almuzara tienen algo en común a simple vista. Su portada es siempre reconocible y tienen una cuidada y elegante cubierta, que a mí, personalmente me encanta.
La Ciencia de la Inmortalidad, de los Elixires a los Telómeros -es el nombre completo de este libro- viene en un formato de tapa blanda, ilustrado en blanco y negro y tiene 204 páginas.
Tras una introducción que empieza con un relato (muy bien buscado, porque ya engancha nada más empezar), encontraremos 8 capítulos y un epílogo donde el autor nos transporta en un viaje recorriendo la Historia para comprender que la búsqueda de la inmortalidad no es algo que persigamos recientemente. Durante este viaje, encontraremos respuesta a preguntas como ¿existe algo de cierto en las leyendas sobre los vampiros? ¿hay realmente una fuente de la eterna juventud? ¿hay animales que rejuvenecen como Benjamin Button? ¿si nos congelamos podremos revivir cuando se encuentre la cura al motivo de nuestra muerte? ¿quién fue el misterioso conde de Saint Germain?
Rosalía Lombardo, fallecida hace 98 años |
En el capítulo El secreto de los zombis y el alimento de Drácula el autor nos presentará el verdadero origen de los zombis y de los que conocemos como vampiros. La verdad es que es uno de los capítulos más fascinantes del libro. En él, se trata uno de los casos de vampirismo (aunque retorcido y muy complicado) en un personaje histórico encarnado en la condesa húngara Erzsébet Báthory. Se da la casualidad de que hace unos días, antes de empezar a leer este libro, escuché el programa de "Elena en el país de los horrores" (un podcast de crónica negra y criminología) y hablaron de este personaje con todo detalle. Me parece interesante dejaros el enlace por si queréis conocer sus horrendos vicios un poco mejor... no apto para personas hipersensibles.
Y hablando de sangre y vampiros, quedaos con el nombre de esta patología: porfiria eritropoyética congénita.
Del bíblico Matusalén al enigmático conde de Saint Germain nos trae personajes que han alcanzado más de 100 años. Y de 200. Y de 800. ¿Leyenda o realidad? Hmmm...
En Pócimas, elixires y una fuente para la eternidad, encontraremos de qué estaban hechos los preparados a los que se les atribuía el poder de la longevidad, aunque siendo sinceros, poco ibas a durar teniendo en cuenta la composición. Es curioso cómo nunca hemos dejado de buscar la fórmula mágica y lo que ha variado a lo largo de la historia. ¿La melatonina o el resveratrol podrían ser buenos candidatos? Ojo. Desde hace mucho tiempo, la industria de la cosmética pone parte de su empeño en tratar de relacionar cualquier molécula prometedora con una crema o píldora que te rejuvenece.
Turritopsis nutricola, la medusa inmortal |
Entramos en una ciencia más profunda con El "soma desechable" y las islas de la longevidad, donde el autor nos explica la teoría del gen egoísta, la relación entre la longevidad y el género y por supuesto, cómo influye el estilo de vida que llevemos. Está claro que un porcentaje de los años que estamos predestinados a vivir está determinado genéticamente, pero un porcentaje mayor, lo constituyen los hábitos que desarrollemos de alimentación y estilo de vida.
La ciencia continúa en El gusano elegante y el reloj del juicio final, para explicarnos las causas biológicas del envejecimiento, el organismo modelo de estudio y los fármacos que se están desarrollando o podrían ser potencialmente útiles. Esperanzador.
Finalmente, Cabezas congeladas, humanos mejorados y misterios de la mente, abre una nueva puerta para aumentar la longevidad y retrasar el envejecimiento haciendo uso de la medicina regenerativa y la tecnología. Da un poco de vértigo solo imaginar lo que la criónica o la inteligencia artificial sería capaz de conseguir.
Con el epílogo, el autor nos trae lo que nos puede deparar el futuro. Bastante realista. Inquietante.
Mi crítica.
El libro es una delicia, no solo por la información que aporta sino por la forma de hacerlo. Está continuamente salpicado de hechos reales y leyendas donde la Historia y la Ciencia se dan la mano durante todo el camino.
Las imágenes se agradecen entre el texto, y más allá de ilustrarlo, ofrecen información adicional que sin duda lo enriquece, aportando en muchas ocasiones curiosidades muy interesantes. Además, pocas veces he visto unas notas a pie de página tan detalladas.
Confieso que es, hasta donde soy capaz de recordar, el libro que más veces he cerrado y abierto. En muchas ocasiones, se menciona algo que me ha hecho cerrarlo durante unos minutos para buscar en el móvil una imagen. Ha sido capaz de captar mi atención y querer saciar visualmente aquello de lo que estaba hablando antes de seguir con la lectura.
Por supuesto, como gran divulgador científico, el autor domina el lenguaje, empleando los términos adecuados para acercarse al gran público, y huyendo así de tecnicismos en un libro que, como este, aborda algunos aspectos científicos del tema del envejecimiento. Por tanto, no hay un público objetivo que requiera tener una base científica, para nada. Cualquier persona va a entender y a disfrutar este libro.
Yo misma lo he disfrutado muchísimo.
Hay una parte de La Ciencia de la Inmortalidad que ha despertado una serie de sensaciones desagradables en mí, y supongo que en cualquier lector. Angustia, preocupación e incertidumbre ganan durante esas páginas pero creo necesario que también se hable de ello y creo que el autor (experto en Ciencia y Economía) es perfecto para darnos esa bofetada de realidad.
Como él mismo dice:
"El desafío que se nos presenta por delante es de tal magnitud y son de tanto calado sus potenciales consecuencias que debemos estar abiertos a escenarios nunca vistos a lo largo de toda la historia de la humanidad, en lo que constituirá una nueva realidad en la que la economía, la sociedad y las relaciones entre personas adoptarán formas y modelos muy distintos a todo lo que hemos conocido hasta la fecha."
En definitiva, un libro muy recomendable para abordar el pasado, presente y futuro de una de las inquietudes que ha movido al ser humano desde el origen de los tiempos. Si llega el día en el que se consiga, solo falta saber si te gustaría ser inmortal.
Otros libros del autor.