jueves, 10 de abril de 2014

Día Internacional de la Homeopatía. Nada que celebrar.


- Bueno, te dejo. Voy a ver si me acerco a la farmacia a comprar algo homeopático para dormir bien, que con el cambio de estación llevo días que no pego ojo.  
- A comprar ¿QUÉ? 
- Homeopatía de esa, que yo paso de medicamentos. Eso es todo natural. 
- No pierdas el tiempo, ni el dinero. Eso no funciona 
- Anda y ¿por qué no? ¿Porque lo digas tú? 
- No. No porque lo diga yo. Porque no tiene ningún efecto ni evidencia científica que lo avale. Es agua y azúcar. 
- Eso lo dices tú. Si no fuera un medicamento, no lo venderían en las farmacias. Además, hay médicos que también la recomiendan. 
- [...] 
                                   Esto es un fragmento de una conversación real mantenida con una amiga.

Hoy es el Día Internacional de la Homeopatía. Seguro que por la red, encontraréis cientos de enlaces mucho más completos e interesantísimos que este. El motivo que me lleva a escribir hoy este post no es rendirle un homenaje a esta pseudoterapia. El verdadero motivo es que sé que hay gente que pasa por aquí y es usuaria de homeopatía. Con algunos se puede mantener una conversación interesante sobre el tema, pero con otros, resulta bastante difícil. Me recuerda un poco a los testigos de Jehová. Que conste que no pretendo convencer a nadie de nada. Pero esta entrada va dirigida especialmente a vosotros, los que defendéis que la homeopatía funciona y que cura. ¿Sabéis que la homeopatía mata y que no es un caso aislado? Solo quiero que penséis y razonéis. Es un ejercicio muy sano. Si después de esta entrada, seguís decididos a consumir homeopatía, adelante. Me queda desearos buena salud. 

No me voy a alargar demasiado. Un par de incisos.


  1. Medicina solo hay una: la que funciona y está avalada por la Ciencia. El resto son terapias alternativas bajo el abrigo del término Medicina. (acupuntura, quiropraxia, flores de bach, auriculoterapia, aromaterapia, psicoanálisis, magnetoterapia, iridiología, etc)
  2. En la balanza de las farmacias pesa más el lado de aquellas que se suman al carro de la venta de productos homeopáticos (la crisis aprieta y hay que vender). De hecho, el otro día presencié en mis narices cómo un señor mayor pedía al farmacéutico un jarabe para la tos de su nieto pequeño. Si el señor no sabe qué es ni cómo no funciona la homeopatía, el farmacéutico sí lo debe saber (en algún momento estudió Química y el Número de Avogadro) y como tal, es su obligación debería informar al paciente. Pero claro, esto lo haría una persona íntegra y honrada. No el dependiente de una farmacia y mucho menos el propietario. Hablo en general, no me malinterpretéis. 

Sin embargo, en ocasiones podemos constatar que afortunadamente hay gente así. Honrada, sincera y que no quiere engañar al cliente. No es un cliente cualquiera, es una persona a veces enferma que busca en la farmacia algo que le haga sentir mejor. En este sentido, le hago la ola a la Farmacia Rialto contra el fraude de la homeopatía. Lleva mucho tiempo haciendo estas advertencias desde su página web. Ojalá todas siguieran su ejemplo. 



Lástima que algunas sí estén dispuestas a vender algo así  o incluso más grave, para el cáncer o el sida.



Para el que no lo conozca, James Randi es escritor y escéptico nacido en Toronto (Canadá). Ha sido ilusionista durante casi 50 años, lo que le aporta gran habilidad para detectar los engaños de personas que alegan tener poderes sobrenaturales. Lleva media vida luchando contra los fraudes de astrólogos, videntes, psíquicos y otros charlatanes y timadores de este tipo. Hace unos años visitó Bilbao invitado por el Círculo Escéptico, la Universidad de Deusto y El Correo, con el patrocinio de i2basque. Aquí podéis leer la magnífica entrevista que se le hizo en esa ocasión.


Como yo no lo podría explicar ni siquiera parecido, os dejo con el genial James Randi. Ganad 15 minutos de vuestro tiempo y cuando podáis, ved este vídeo. Pertenece a una conferencia que impartió en la Universidad de Princeton en el año 2001, lo ha subtitulado Carolina Jiménez (¡gracias!).

Quizá después, algunos decidan destinar ese dinero a algo útil. O tal vez no. 






Por cierto, amigos homeópatas, ¿ninguno quiere ganar un millón de euros? Este premio, llamado Premio Sísifo, finalizaba el 30 de septiembre del año pasado y nadie lo ganó. Solo había que demostrar tener poderes paranormales o que pseudoterapias como la homeopatía funcionan.

Si alguien no ha llegado a tiempo a este, tranquilo. James Randi lleva proponiendo su propio premio desde 1964 aunque claro... entonces premiaba con 1000 $. Ahora la apuesta va por 1.000.000 $. El reto está  continuamente abierto. También tenemos a Luis Alfonso Gámez que ofrece 6000 € de su bolsillo. Venga,  animaos. Solo hay que demostrar que la homeopatía funciona...