lunes, 5 de noviembre de 2018

Mitos en el bosque: el eucalipto


La industria alimentaria, la cosmética o la salud, son temáticas que están plagadas de mitos que se han establecido en una parte profunda de nuestro subconsciente. Suele ocurrir con aquello que es cotidiano, nos afecta y, por tanto, nos preocupa. Continuamente se repiten argumentos como si fueran mantras e inexplicablemente perduran en el tiempo.

Sin embargo, se habla menos de la industria del papel, la madera, obtención de productos derivados (miel, esencias, fitoterapia) y ornamental, que comparten protagonista y tampoco se libra de ciertos mitos. Si hay un malo de la película en un bosque, es este. Hablamos del eucalipto.

Plantación de eucalipto | Wikipedia

Hoy me he propuesto aclarar algunos de ellos.

El eucalipto (Eucalyptus globullus) es una especie arbórea de la familia de las mirtáceas que procede de Australia y Tasmania. Fue introducido en España en el siglo XIX por Fray Rosendo Salvado según algunas fuentes, en un principio como árbol ornamental, pero se acabó extendiendo por toda Galicia, la cornisa cantábrica y parte de Andalucía para su aprovechamiento maderero, dado su rápido crecimiento y la facilidad de cultivo. Hoy en día, es un sector de gran importancia especialmente en el entorno rural, y concretamente en Galicia, que no solo contribuye a la riqueza del país, sino que genera 70.000 puestos de trabajo directos. 

Mitos

El eucalipto es un enemigo del suelo y termina agotándolo
No. La fertilidad del suelo es prácticamente la misma que si tuviéramos otro cultivo como pino o roble. A lo largo de 100 años de cultivo, no se han producido efectos de degradación ni se han agotado nutrientes. De hecho, se han replantado montes de eucalipto talado con manzanos, melocotoneros, pinares o viñas y se han obtenido cosechas idénticas o superiores a las de fincas colindantes donde no había eucalipto previamente.   

Favorece la erosión del suelo. 
Falso. Más bien lo contrario, ya que permite recuperar monte degradado y formar suelo, contribuyendo a su recuperación. Se ha usado como fijador de terrenos inestables, como dique de barranqueras o para desecar terrenos encharcados y pantanosos ya que tiene la particularidad de tolerar bien las escorrentías. 

Desplaza a otras especies vegetales nativas o autóctonas.
Falso. El eucalipto es una especie alóctona, que no es lo mismo que invasora, o al menos así lo recogió el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, puesto que no la incluye en su catálogo oficial de especies invasoras. Sin embargo, algunos documentos así lo afirman y se está presionando para incluirla. Se tiende a pensar que lo autóctono es bueno y lo alóctono, malo. Como cuando se dice que lo natural es bueno y lo artificial es malo. No. Si fuéramos coherentes con esa afirmación, el maíz, el tomate, la patata, los naranjos o el arroz, todos cultivos de gran importancia en España, tendrían que ser considerados especies alóctonas y, por tanto, perjudiciales porque desplazarían nuestras especies nativas. 

Es un monocultivo, así que es perjudicial.
Sí, es un monocultivo. ¿Y qué? Casi la mitad de la producción de aceite de oliva nacional está en Jaén. Si bien es cierto que en caso de enfermedades o plagas la dispersión sería rápida, también es verdad que el control es más fácil de realizar. Además, tiene la ventaja de alcanzar en poco tiempo una producción masiva, poder alcanzar un precio más competitivo y no requerir tanta mano de obra, lo cual es positivo en ambientes rurales donde escasea. 


Detalle de las hojas de Eucalyptus globullus | Imagen CC

Es el origen de los fuegos y la rápida propagación de los incendios en Galicia. 
Las especies pirófitas, entre las que se encuentra el eucalipto o el pino, son aquellas que han evolucionado con la ecología del fuego, es decir, soportan ambientes con gran incidencia de incendios. Esto no significa que ardan más fácilmente que otras. De hecho, el eucalipto es tan inflamable como la encina o el pino y menos que el tomillo. Tiene más facilidad para resistir incendios porque, aunque se queme su parte aérea, puede rebrotar desde la base. De esa forma, posee ventaja frente a otras especies que no están tan bien adaptadas.

Uno de los estudios científicos más importantes sobre la “selectividad” del fuego en función de la especie arbórea, indicó que el matorral mediterráneo, autóctono, podía favorecer más los fuegos que el denostado eucalipto

Los incendios no comienzan en los bosques, sino en pastizales o matorrales muy secos y, en cualquier caso, no se ha visto una relación directa entre la presencia de eucaliptos y la incidencia de incendios. De hecho, en los concellos donde hay más eucaliptos, no se dan más incendios. La clave no es la especie en sí, sino el contexto general de un espacio boscoso, su estructura, y si ha sido gestionado con eficacia (aquellos con planes integrales de mantenimiento son menos combustibles).


#CoñecementoParaTodos
Como he empezado diciendo en este post, hay muchos mitos establecidos sobre distintos temas que se dan por ciertos. La información en la actualidad es abundante, pero hay que saber seleccionarla. Para ello, #CoñecementoParaTodos nace promovido por un grupo de personas con base científica con el propósito de aportar información rigurosa al alcance de cualquiera.